En algún punto del destino, nos detenemos a pensar en todo aquello que pasa delante de nuestros caminos. Llega el momento en el que parte de un ciclo llega al fin de su historia, marcado de nostalgia y en muchas ocasiones de tristeza, muchas son las sensaciones, y los sentimientos aflorados como rocas en el pastizal. Instante en el que quisiéramos que todo fuese algo diferente, en el que una sutil y suave compañía nos alegrase la ironía del corazón, nos diera la esperanza del amor, en un pétalo de una flor.
Los senderos que vamos construyendo con cada pisada, van marcados con una ilusión soñada, con cada huella dejada, con cada amor perdido. Mirando al horizonte; una luz se atenúa través de nuestras miradas. Esperanzas son encontradas, con cada lágrima caída, con cada decepción encontrada.
Destellos de soledad invaden al corazón, mientras largo se hacen los caminos que vamos dejando, doloroso es recordar aquello que una vez te hizo sentir la luz de la ilusión, la luz de la esperanza el suave calor de una sonrisa. Rico es el aroma de las rosas; nos hacen recordar que en ocasiones que de lo dulce, a veces viene acompañado de lo amargo. Bastos son los caminos que recorremos, porque en ellos encontraremos las respuestas de nuestra verdad.
La vida en ocasiones nos llena de obstáculos a lo largo de nuestros caminos, solo es cuestión de afrontar cada una de las cosas que se nos presenta, caminando con la ilusión del corazón, y con la esperanza de una nueva inspiración.
Camina sin parar, el destino nos espera a merced de nuestros senderos.
es como correr para llegar a una meta y cuando llegas a ella descubres que no te queda ya para ti nada mas. excelente metafora de una sensación... le encanta que tengas un blog ;D
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